domingo, 19 de agosto de 2007

REPOBLANDO A CORUÑA: EL EXPERIMENTO DE MI ABUELO

No conocí a mi abuelo paterno, aunque llegué a verlo en fotografías que mi tío Manolo custodiaba celosamente, y cuyo acceso estaba restringido incluso a los miembros de la familia –a mí me las enseñaron de tapado-. Por el contrario, a Carmen, mi abuela, sí la conocí, y llegué a quererla por su carácter amable y su actitud cariñosa.

Mi abuelo fue militar, pero eso qué más me da. Eran tiempos difíciles y la población marchaba dando zancadas a otros lugares donde el pan creciera bajo las matas; por esta razón, mi abuelo contribuyó a su manera a contrarrestar la diáspora gallega ayuntando con mi abuela y dejando bien asentado su linaje y, al mismo tiempo, frecuentando a las putas que rondaban las inmediaciones de Orzán. Tanta salpicadura dio sus frutos, y casi a la par fue alternando bautizos oficiales y despedidas oficiosas a unas cuantas criaturitas de las que nunca se hizo cargo ni reconoció. Mi abuelo estaba convencido de su magnífica labor de repoblación.

Mi mujer me preguntó por el conocimiento de los hechos. No por mi padre, le respondí, ¿acaso hablé alguna vez de algo con él? A mi padre no le gustaba ir al cine.

Pienso en mi odisea particular, de acá para allá, y muchas veces me he preguntado si ese o aquel gallego también desplazado es un tío, o un primo, y lo siento por ellos, por los que no he conocido, por las víctimas del experimento de mi abuelo, el militar.

9 comentarios:

Darthz dijo...

Curiosa y bien contada tu historia, ¿es real o las cosas que escribes aquí son ficticias?

Me ha gustado leerte, y gracias por tus visitas; seguimos en contacto, y en la próxima actualización te añado a los enlaces también.

Darthz dijo...

Por cierto que soy Darthz. Deberías cambiar lo de que sólo puedan escribir comentarios los registrados aquí, ya que muchos venimos de otras comunidades y es un coñazo.

Una sonrisa.

http://lapalabra.wordpress.com

Makiavelo dijo...

Pregunta: Levante la mano derecha, por favor. ¿Jura solemnemente decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, por la gracia de Dios?

Respuesta: Lo juro.


Un saludo

Luci dijo...

Esta madrugada, la señora Kirchner, que descansaba en el lecho junto a su marido, se volvió inquieta, sentía con los ojos aún cerrados una presencia que la llamaba, los entreabrió, y contempló cómo la imagen de la Virgen del Carmen que tenía sobre la peinadora se iluminaba y le sonreía. Comprendió que era la elegida. Sin hacer ruido se levantó, se dirigió hacia su despacho, y a la luz de una vela observó las portadas de los libros que de joven le habían inspirado. Debía elegir un modelo a seguir para salvar a su país de esta lamentable situación. Tenía claro que la biografía de Freddie Mercury no era un buen ejemplo a seguir; debía elegir entre la visionaria Santa Teresa de Jesús o Santa Juana de Arco, que a los diecisiete años llegó a ser la heroína de su país, ya que el personaje de Evita resultaba algo trasnochado a estas alturas. Con las ideas claras, dejó sobre la mesa la semblanza de Santa Juana de Arco, y volvió a la cama junto a su marido, el señor Kirchner, que en esos momentos roncaba con gran estrépito.



Extraordinario.
Lo guardé en mi propio Boomerang de un foro no muy visitado.


Te invito a leer mi Poema a la esposa engañada.
Sé que pasás a menudo por mi sitio.




Te lo juro, yo también te amo.

Carlos Paredes Leví dijo...

O sea, que el militar tenía el cabecera de su cama lleno de muescas ¿no?
un saludo

Makiavelo dijo...

Según tengo entendido, Carlos, era una fiera, un pendón desorejado, un pillo descontrolado.

Echaba mano de sus pistolas dependiendo de la caza, que parece fue abundante.

Gracias por tu visita y un saludo.

Makiavelo dijo...

Lucía de mi alma, me alegra que te gustara, y sólo a ti te cuento cómo pasó la noche.

Tengo hilo dircto con la famiglia, y te contaré muchas más cosas.


Un abrazo

Isabel chiara dijo...

Los militares tienen estas cosas, son excesivos para todo.

Un saludo y una sonrisa para ti (al militar que le den morcilla)

makiavelojohn dijo...

Chiara, el militar descansa en paz.

Un saludo.