sábado, 27 de febrero de 2010

CONFESIONES DE UN ASESINO EN SERIE

No me gusta hablar de los inocentes con gente de mi quinta, pues de todos, únicamente de la primera, aquella de cuya cabeza caían bucles de oro, mantengo buenos recuerdos. Me ocurre igual que a esos que dicen que la primera novia es la que perdura por siglos en la memoria. He de confesar que aún me acompaña, la conservo bajo llave en el arcón del sótano, entreabro la ventana de vez en cuando para que el aire se renueve, de esta forma la densidad de la atmósfera desaparece.
No tengo amigos, apenas me relaciono con los compañeros del trabajo, me resulta difícil la comunicación con mayores. Prefiero los niños, tan inmaculados, tan ingenuos, algunos tan sonrosados que remedan cochinillos.
Por las mañanas, antes de ir al trabajo, con la luz apagada y tras los visillos contemplo cómo desfilan por la acera de las manos de sus madres hacia el colegio. Entonces las envidio, me identifico con ellas y, tal vez, esta añoranza sea la que me empuja a acercarme a los inocentes. Sólo quiero jugar. Y si es al teto tanto mejor.

Por la calle, cuando camino, dejo que mi mano se pose sobre sus cabezas sutilmente, los acaricio fugazmente, rápido como el viento, no quiero que sus padres perciban mi interés. Mis bolsillos repletos de caramelos aguardan turno para sentirse útiles embargando paladares. Por las tardes, en el parque, me cobijo tras los arbustos y contemplo cómo se balancean en los columpios, y pienso que me sentiría realizado sustituyendo las cadenas que soportan su peso. He aprendido a ser paciente y aguardo durante horas mi ocasión. A veces son necesarias semanas de observación, incluso meses, hasta hacerme con mi presa.

Para ganármelos son imprescindibles los dulces; también los pequeños juguetes, esos que puedes encontrar fácilmente en el chino de la esquina por tan sólo un euro.
Cuando me acompañan a casa, me siento otro: los agasajo, les saco el tren eléctrico, o la muñeca de trapo con la que jugaba de pequeño. Los más recientes prefieren la consola, lo que determina la evolución de la especie. Me siento a su lado y les sugiero que se sientan cómodos. Y comienza el juego.
En esta tramoya, a los otros, a los vecinos, los considero actores secundarios, aunque se revelen y exijan más protagonismo. No los tengo en cuenta porque, entre otras cosas, fuman, lo que me molesta en exceso. Esta es una de las razones por la que los condeno al ostracismo. Cuchichean entre ellos acerca de cómo voy vestido, de mis andares, de mis pelos, a pesar del peine que desgraciadamente no obra milagros. Me consideran raro. Rarito me llaman. Cuando desaparezcan sus hijos que no vengan a preguntarme.

Me voy a la cama.

Esta noche solo.

martes, 23 de febrero de 2010

Nouveaux hybrides

fgh

lunes, 15 de febrero de 2010

LA DEUDA BLANCA.

Este mundo es un mundo de blancos y negros en el que el blanco, desgraciadamente, ha llevado la voz cantante durante siglos. La blanca, como raza, siempre contempló al otro como diferente, no sólo por la extrañeza de su color. Durante siglos, los negros han sido esclavos de los blancos ante la pasividad de la iglesia católica y de otras muchas iglesias que, con cuentagotas, se han ido mostrando como benefactores de los desprotegidos inculcándoles la idea de Dios, lo cual justifica sin contemplaciones la miseria, el ninguneo y otros despropósitos, sumando de este modo miembros al rebaño. Así, hemos de estarles agradecidos por su labor humanitaria, no por la inducción de credos y fantasías múltiples.

El europeo ha sido casi siempre el colonizador, el explotador; tal vez fueran los griegos los que comenzaran, y aún en este siglo seguimos contemplando impávidos diversos modos de colonización.

El cine ha sabido sacar provecho a estas despreciables situaciones, siempre con ánimo de lucro, y en raras ocasiones, como bálsamo apaciguador. Basta con acercarnos a un videoclub o bucear en internet para encontrar joyas escandalosas como Arde Mississippi de Alan Parker. Estados Unidos ha sido el país donde mayor concentración de odio por parte del blanco hacia el negro se ha acumulado, donde los han quemado vivos y colgado. También Sudáfrica los han ninguneado. Y es anecdótico que la industria norteamericana sea la que mejor ha recopilado casos extremos de la crueldad del blanco hacia el negro. Paradójicamente, en estas fechas están apareciendo films, algunos de ficción y otros sacados de la realidad, en la que se muestran casos de superación a pesar de tener en contra el color negro que tanto asusta al blanco. Lo más sorprendente es que Obama ha llegado a ser el presidente de los blancos, naturalmente a su encumbramiento contribuyeron actores como Denzel Washington, Jamie Foxx y Queen Lafitah, igualmente negros…

Aparte de “Precious”, una narración de ficción, también está “The Blind Side” una historia de superación de un negro con final feliz y basada en hechos reales y donde una blanca, con el apoyo de su marido y la aceptación de sus hijos que vieron al otro como igual, no como mancha o raro, acoge al negro sin paliativos en su feliz y desahogada familia. En este film la Bullock demuestra que es una buena actriz. También llega a bombo y platillo Invictus de Clint Eastwood, que narra los avatares de Nelson Mandela.

Son vergonzosas y aberrantes las imágenes que testimonian las vejaciones que sufrió esta raza aún estando en su propio territorio a manos de los descendientes de colonos blancos.

Sudáfrica consiguió la independencia en 1961, en 1990 terminaron las leyes discriminatorias, en 1994 se convocaron las primeras elecciones democráticas.

Hace unos días vi un programa en televisión en el que aparecían como protagonistas los andaluces que allí residen. Todos coincidieron en remarcar que aunque ahora no se persigue a los negros, siguen viviendo en los extrarradios en situaciones precarias, y así lo verificaron las cámaras. Comentaron que esta parte de la población lo tendrá duro para alcanzar un mejor estatus, tardaran años, y la razón es bien simple: la carencia de medios propicia una educación pobre y, por ende, una preparación insuficiente para bregar en este mundo, razón por la que varias generaciones tendrán como único consuelo postrarse ante la foto de Nelson Mandela y rezar; que ya los blancos se encargaron, hace años, de acogerlos en su rebaño, manteniéndolos así a raya, alejándolos de su derecho a la educación.

Nos queda Haití, tal vez el país más paupérrimo del planeta. Desgraciadamente un terremoto asoló la isla el 12 de Enero de este año. La tragedia está siendo filmada diariamente por televisión y es volcada en todos los hogares del planeta. Las anécdotas se suceden, las imágenes son desoladoras, la comida no llega a la población, médicos sinvergüenzas se fotografían haciendo el payaso junto a los afligidos. Los marines a golpe de fusil intentan poner orden, y ante tanto desconcierto comienzan a desaparecer los niños. Canallas sin escrúpulo sacan una vez más partido de la desgracia ajena.

Yo, no soy ni blanco ni negro, soy un animal.

domingo, 7 de febrero de 2010

BEGGARS BANQUET



martes, 2 de febrero de 2010

KIRCHNER: CERDO POR VIAGRA

La Kirchner, vuelve a la parrilla. Hastiada del ostracismo político, del día a día, y ansiosa por lucir de nuevo en los afiches, esta suerte de política de tres al cuarto vuelve con sorna a alegrarnos la vida y a regalarnos al oído en sus últimos discursos con “…es mucho más gratificante comerse un cerdito a la parrilla que tomar Viagra" . No sabemos si la promoción del consumo de carne de cerdo por parte de la mandataria obedece a intereses ocultos que pudieran apuntar a un posible desvió de su fabulosa fortuna hacia inversiones en granjas de crianza, o simplemente por mantener la vara larga de su flaco cuando reposan .

Lo que sí es cierto, y corre de voz en voz : una parte del amplio colectivo de vacas argentinas se muestra consternada y piensan elevar sus mugidos ante las puertas del parlamento, algunas de ellas opinan que deberían de mantener a raya sus donaciones de leche y convocar una cacerolada ante la Casa Rosada. El colectivo marrano también ha gruñido al cielo ya que ven menguar los días de su existencia por capricho de esta fulana. Ante semejante propuesta ya hay quién está sacando tajada a las palabras de la presidenta como es el caso del restorán del ACA.

Aquí tienen la prueba.


Cristina confesó: «Kirchner me mata cuando llegue a Olivos (residencia presidencial). El anterior fin de semana nos comimos un cerdito a la parrilla riquísimo, al aire libre. No sólo me comí la carne, sino también el cuerito crocante. Impresionante. ¡Y anduvo todo muy bien el fin de semana, así que puede ser que tengan razón!».