Aquí sigo, con el polo
en la mano, a punto de llevármelo a la boca, de chuparlo como se
merece. Aaaaaggghh! Aagggh! Slubbbrrr... ¡Cómo pasa el tiempo!
¡Qué tarde es! Es la hora de salir. Aprovecharé que mi Pepe se ha
quedado frito en el sofá. Antes de salir, un poco de rímel en las
pestañas y un poco de carmín en la boquita. Buenos cómplices que
lo enmascaran todo, y a la calle con mi bolsito. Ahora sí, como
nueva ¡Flamante!
A la calle, a la calle,
antes de que el gallo comience con su cacareo diario. Aún queda
alguna que otra silla en las puertas, eso es lo que me gusta de este
barrio, esta confianza en ocasiones excesiva, un pueblo dentro de la
ciudad, tal vez con demasiados chinos, que parecen ser la plaga del
siglo.
Ni un alma, ni siquiera
los choros, a estas horas estarán durmiendo junto a las camas de
sus madres. Por la hora que es, seguro que mis amigos también habrán
salido a pasear su manguerita.
¡Manguerita! Sí, eso es
lo que necesito, una buena manguera que me ayude a bajar la
temperatura.
Míralos, ahí junto a su
boca de riego favorita.
- Eeeeeeeeeehh, eeeeeeh! -les grito.Se miran con complicidad; adivino sus pensamientos pornográficos, son así de básicos. Leona que es una, o más bien debería decir larga. Larga, lagarta.... Aaahh, qué se me va la ollaaaaaaaaaaaa.
Sacudo el brazo al
viento.
- Eh chicos ¿Sois capaces de levantar la manguera entre los cuatro y perderme? Ja,ja,ja... -si me viera, la madre de mi Pepe, la palmaba. Valiente bicho está hecha, aún no se ha dado cuenta de que el hijo es más viejo que un núo.
¡Qué chorro, Dios mío!
Cómo me voy a poner, pingando sí, pingando. ¡Pa mí..., to el agua
pa mí! ¡Qué ricaaaaaa! ¡Más, quiero más!
Míralos, están que se
salen..., pobrecitos qué salíos están. Vale, vale, mañana más.
Ahí se quedan con la miel en los labios, saben que regreso una
mañana sí y otra también. Se piensan que un día de estos caeré
como una perra y me pondrán a cien. Que piensen que el pensamiento
es libre y no lleva recargo de IVA. Ja,ja,ja...
¡Aggh! Fresquita,
chorreando y con estos patajes me voy a la avenida de Hytasa, a dar
vueltas cerca del Mercadona, que es la zona más impersonal y pimpi
del Cerro. A estas horas, los capullo más madrugadores comienzan a
salir con sus maletines. Qué contraste tan grande con mi calle,
donde aún los bautizos se festejan con una hoguera en la puerta y
con palmas rocieras hasta las tantas de la madrugada. Qué se le va a
hacer, ciudad de contrastes.
Mira ese que viene ahí,
la cara que está poniendo nada más verme. Se pensará que estoy
loca.
- Uuuhhh... -le digo al tiempo que levanto mis brazos, como en The Walking Dead. Que soy de carne y hueso, capullo. Qué no te voy a comer ¿No has visto nunca a una mujer con hambre?Ja,ja,ja.. Mira como aligera el paso, se pensará que soy la loca del barrio. Tal vez se me haya corrido el rímel con el agua y me dé un aspecto fantasmagórico. Bueno, me voy pa mi casita antes de que se despierten mi suegra y mi Pepe.
¡Chao, gente!
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