¡Felicidad! No le pareció una palabra mágica al despertar y abrir los ojos. En pocos segundos regresó a su triste realidad. Las manos esposadas sobre la mesa, el comisario de pie al otro lado, y la psicóloga tras el espejo observándolo. Con el paso del tiempo esta situación acabará por tornarse rutinaria si los fines de semana continúa enfrentándose a ella. Estoy seguro de que no la busca adrede, son las circunstancias las que lo llevan a ello.
Deduzco que es el entorno, o tal vez el hecho de que el padre se pase la vida entre rejas, y la madre ande dando barzones por las esquinas.
10 comentarios:
Cada día es más peligroso salir los viernes, puedes acabar en comisaría...
Mera, no sería la primera vez.
Saludos.
Deduzco, y deduzco con conocimiento de causa, que el entorno limita y delimita la libertad y, sobre todo, la felicidad, de cada individuo.
Un abrazo.
Marina tienes razón, hace unos días vi a Punset en la tele hablando de como el entorno condiciona la evolución del individuo.
Abrazos.
Sumando al entorno, lo que lo hace más fuerte, la casi nula movilidad social que hay en este país...
Saludos
La palabra felicidad es tan efímera, que la mayoría de las veces, no pasa de ser un espejismo.
Un saludo
PD: me gustó el dúo comisario-psicoloca.
Maki,
Me quedo pensando y yo también creo que el entorno limita, a veces en demasía, la posible felicidad a la que una persona podría acceder de encontrarse rodeada de otras personas y en sitios más amables.
Besos :)
Isabel, hay pocas opciones. Menos mal que nos queda internet, y por lo menos aquí nos despachamos a gusto.
Ya lo dijo el profeta este país es lo que es, y no da para más.
Besos.
Guido, Aparte de palabra, para algunos "palabro", dicen que es un estado. Buda sabía mucho de esto.
Saludos.
Raquel, como buena viajera has experimentado esos cambios. Paises, vecindario...
Para salir indemne tienes que usar con frecuencia el impermeable.
Besos.
A esa pseudoministra que padecemos, yo le regalaría otros dos palabros que espero, sepa apreciar: ovejo, y gilipollo.
Un saludo
Guido, Y un traje nuevo y un par de pendientes.
Por cierto, no te vi con la pancarta en el mogollón.
Saludos.
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