sábado, 26 de abril de 2008

CAPÍTULO QUINTO: POTAGITO D'HABICHELAS

Potagito D`habichuelas, otro majara cuerdo, que en su reclusión acertaba siempre a las quinielas, escupía en las esquinas cuando salía de su encierro y pedía a todos que lo besaran. Maldecía a quién se le acercaba, se mantenía en sus trece y no claudicaba, le caracterizaba su fuerza descomunal levitando sobre la cama a golpe de pedos. Sabiéndose el mejor organizó concursos con la seguridad de que los ganaría, sobornaba diariamente a la hermana de la cocina para que lo obsequiara con cartuchitos de lentejas, de chícharos, de vegetales, en suma de lo que fuera con tal de que lo mantuvieran en línea con sus flatulencias, este era su secreto; y el de la cocinera que no daba crédito a lo que de él le contaban, ya que ella no salía del reducto de sus fogones porque su patología se lo impedía, allí gozaba, allí amaba, allí a los santos se encomendaba, allí se agachaba; allí, en definitiva, esperaba que un día, entre todos los santos se la llevaran, porque se veía como una carga pesada, mas de cien kilos entubados en corsé bien atado con correas y cinchas poderosas.
Potagito D`habichuelas esperaba su oportunidad en la caja tonta como un vulgar alucinado, se compinchó con el celador de turno, al que le propuso que fuera su manager y que escribiera a telecinco en busca de una oportunidad, porque estaba convencido de que era una promesa y podía tener futuro en el circo exterior, en el de los que se creían cuerdos, en el mundo de los que como lerdos pasan las horas con el asunto de la entrepierna jincao en el skay del sofá esperando milagros para las tardes tediosas, milagros que eleven sus coeficientes intelectuales y los mantengan en vigilia hasta cerca de las doce de la noche, para a esa hora, agotados, irse a sus respectivas camas y taparse con las sábanas santas buscando consuelos de mierda. Amén.

19 comentarios:

Isabel chiara dijo...

El último párrafo impresionante, y reafirma la cordura de los pacientes del Dr Calamar. Y el personaje de la cocinera tierno y apretao.

Un beso (de dónde sale ésto?)

Carlos Paredes Leví dijo...

Coincido con Isabel; el último párrafo es genial.
Me gustó mucho el texo y un personaje como el descrito tiene más peculiaridades que otros tarados que nos pasan por la caja tonta.
Mi hermano no tiene televisión en su casa y yo, aunque no llego a tanto, tengo claro que ése puto medio es un perverso multiplicador de perversas conductas. Si en Argentina, quien no servía para nada, se sacaba cuatro fotos e ingresaba en la policía, aquí no son pocos lo que hacen carrera en la pequeña pantalla.
Un saludo, Maestro.

Joyce dijo...

Ahora existen Tienes talento y el otro ese que es igual. Allí podrían salir locos, ahora ya salen subnormales, es el siguiente paso...

Saludos

Nadalista dijo...

Sin duda el Potagito luciría mejor, en ese absurdo programa de cazatalentos, que los habituales que asisten, que parecen haberse escapado del psiquiátrico del Dr Calamar...

Me imagino las levitaciones aerofágicas!!!! (jajajaja)

Muy bueno como siempre Maki

Un abrazo:)

Makiavelo dijo...

Isabel, una cordura que los hace diferentes, por cierto el Doctor Calamar debía permanecer escondido para no salir en telecinco.

Esto brota de la ingesta de berenjenas rellenas gratinadas con bechamel.

Besos.

Carlos, precisamente ayer noche homenajearon a los lerdos de gran hermano, que por cierto siguen sin futuro.

Saludos.


James, tienes razón, afloran los programas para viciosos de la estupidez ajena.

Saludos.


Nadalista,seguro que si le dieran una oportunidad a Potagito arrasaría.

Las levitaciones aerofágicas eran a trompicones.

Saludos.

Sibyla dijo...

Maki, disculpa, ahora me acabo de dar cuenta que te dejé el comentario con el nombre del servidor del blog que tiene mi hijo, con Nadalista (Pues es sobre el tenista Rafa Nadal).

Mi despiste es absoluto, y no me dí ni cuenta...

Pero el comentario del Potagito es mío!!!

Un abrazo:)

Makiavelo dijo...

Sibyla, no hay problemas, me gustó la confianza de Nadalista, he visitado la colección de blogs que posee.

Por lo menos está entretenido y no en la calle.

Besos.

Raquel Barbieri dijo...

Me encanta el personaje de Potagito, aunque si anda cerca, no lo quiero flatuleante, please.
¿Debo entender que la cocinera... todo de todo en la cocina delante del fogón? My Goodness!

Esto es desopilante y me gustaría que lo dieran por Canal 13, Buenos Aires, Argentina; sin embargo, y como en esto existe una coherencia... la gente que puede apreciar algo así no es televisiva, sino teatrófila y/o cinematográfica anche (e perchè non)... operistica.

un beso:)

Carlos Paredes Leví dijo...

Raquel y también Maki:
Es curioso pero la gente que se supone deberían ser las más imaginativas, o sea, profesionales de la televisión, publicidad o editoriales (por citar algunos ejemplos) son, por regla general, bastante chatas y planas. Está comprobado empíricamente, así que su validez va mucho más allá que mi mera observación.
Saludos, compañeros.

Raquel Barbieri dijo...

Carlos,

Es tal cual lo que decís... he ahí una de las paradojas de la vida (acordate de la de Rotterdam, si no).

De paso, comparto acá algo que leí el otro día: "No conozco a nadie aún, que haya abandonado su investigación sobre la civilización etrusca temprana por ver Sunday night en la televisión".

Esto está en "How to be inimitable", un libro genial de un escritor húngaro, quien en un momento de su vida se mudó a Londres y tradujo su propio nombre como George Mikes.

El capítulo sobre la tele y sus seguidores, se llama: "In praise of television". George Mikes tiene un humor muy sutil y bastante sarcástico.

Imperdible, chicos...

Saludos, Charles & Maki
:)

atikus dijo...

jaja, le voy a pedir a Potagito D`habichuelas, que me rellene una quiniela con tú consentimiento, y luego que me ayude en un concursito al que me voy a presentar ;)

EL INSTIGADOR dijo...

Me encanta tu humor negro y ácido. Revisaré tus posts y vendré a menudo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Raquel:
Anduve mirando algo de mi paisano G.Mikes (me lo imaginé por el apellido) y la verdad es que parece interesante. Voy a ver si logro hacerme con algo suyo en un futuro próximo.
Gracias por la información.
Saludos.

Makiavelo dijo...

Raquel, a potagito hay que dejarlo a su aire, y en la cocina de todo.
Hace falta el manager televisivo que arriesgue, estoy pensando en Jose Luis Moreno. Igual lo llamo un día de estos.

Besos.


Carlos, algunos son enchufados planos sin clavijas.

Saludos.


Atikus, teniéndolo tan cerca nunca se me ocurrrió pedirle consejo, pero igual te acierta.
Cuando vayas a Operación Triunfo llamanos para verte.

Contamos contigo.

Saludos.


El instigador, estás en tu casa vuelve cuando quieras.

Gracias por la visita y saludos.



Raquel y Carlos tomo nota del autor George Mikes, espero que exista y no sea producto de vuestra ficción.

Saludos.

mera dijo...

Y para relacionarse, salía escupía y le decía a quien pasaba o me das un beso o te mando un pedo que te jodo?. Un abrazo.

Eva dijo...

El final es sublime. Pero Potagio me parece demasiado bueno para ingresar en la nómina de Tele5. Mejor que sea feliz en su dorado encierro. No sabe lo seguro que está.

Besos.

Raquel Barbieri dijo...

Maki,

George Mikes existe en verdad y su nombre húngaro es Mikes György, ya que en ese idioma, el apellido va antes que el nombre de pila.

Según me dijo mi amigo que me prestó el libro, el humor irónico de Mikes es el típico de los cafés de Budapest.

Besos y good night:)

Gi dijo...

Sigo insitiendo, los personajes de "adentro" son auténticos, creíbles, únicos y sobre todo coherentes con su realidad.
Últimamente veo mucho de incoherencia "afuera", los internos al menos tienen criterio.
Excelente, besos

Makiavelo dijo...

Mera, apesar de sus excesos, resultaba para muchos entrañable.

Saludos.



Eva, Potagito es muy inocente
y la caja tonta le marca retos inalcanzables.

Besos.


Raquel, sabiendo ahora que George Mikes existe me quedo tranquilo, intentaré localizar el libro.

Besos y buenos días.



Laluz, tiens razón de hecho de un tiempo acá las demandas para ingresar en Miraflores crecieron, lástima que los políticos de entonces cerraran el centro.

Ahora todos en la calle dando paseos terapéuticos.

Besos.