sábado, 4 de abril de 2009

CORPORACIÓN MILWAUKEE

Un día lluvioso, en el que Matías comenzaba la jornada enfrentado al ordenador, sonó insistente el teléfono en el despacho de Mabel. Se levantó diligente y se acercó, tomó el manófono, pegó el auricular a la oreja y con un “diga” a secas atendió la llamada. Una voz femenina le anunció que era invitado por la corporación para ser miembro del jurado.

-¿yoooo…? ¿de qué jurado me habla? – preguntó desconcertado.

-Soy la secretaria de dirección de la Corporación Milwaukee “Asesinos en Serie”, y los asociados han decidido elegirle a usted para que presida el jurado, que ha de seleccionar el mejor relato que ilustre los problemas de inmigración y de abastecimiento de carne del día en nuestros hogares.

Perplejo, aceptó. Por su presencia sería remunerado con mil euros, y aquello no le supondría más de una hora de su apretada agenda. A los pocos días recibió por mail la invitación oficial, que al haber sido aceptada previamente por teléfono le comprometía a guardar las más estrictas normas de confidencialidad.

Llegó el día señalado. Tomó el autobús, dio un rodeo como precaución y se presentó puntual a la cita en el vetusto edificio de la Corporación. Se adentró por un largo y oscuro pasillo hasta desembocar en un patio interior mal iluminado donde coincidió con un extraño al que saludó con una bajada de cabeza y, juntos, siguieron las flechas que conducían por aquel laberíntico inmueble. Aun tuvieron que salvar un par de escalones hasta penetrar en lo que a todas luces parecía un laboratorio fotográfico. Acomodados en un par de taburetes aguardaron pacientes la presencia de otros miembros del jurado. A los pocos minutos, un energúmeno alto y flaco penetró en la estancia y se acomodó junto a ellos, lucía un extraño uniforme que atrapó la atención de Matías. Todos, en silencio, aguardaban pacientes. De pronto, un precipitado taconeo anunció a la que nada más penetrar en el cuarto se identificó como la secretaria de la Corporación. A continuación aplastó sus morros contra las mejillas de los presentes haciendo alarde de unos sonoros “muacs” que a todos sonrojó. Acercó a los convocados folios con las bases del concurso y diploma acreditativo de su asistencia. Después sacó de su bolso un cd y lo introdujo en el lector al que estaban enfrentados. La extraña anunció que sólo se había presentado un concursante y que aquella era la muestra de su trabajo. Matías consultó las bases y aquello le pareció una tomadura de pelo, no se atrevió a protestar para salvaguardar su presencia, ya que la complicidad entre los presentes era notoria. Únicamente les interesaba su asistencia por revestir de cierta notoriedad el certamen. La secretaria apretó el interruptor y la película del único concursante rodó durante unos escasos ochos minutos.

Ocho minutos en los que una cámara da cuenta de las tropelías de un enmascarado por los extrarradios de la ciudad.

Transcurrido el tiempo, nuestro hombre, fue asediado con preguntas de los otros, acerca de la calidad del film. Dijo que no le parecía mal.

-¿Maaaall? nada más que eso dice –preguntó enojado el hombre uniformado.

-No se moleste amigo, quiero decir que no se ajusta en lo debido a las bases.

La mujer, para evitar que la atmósfera subiera de temperatura, apoyó sus manos sobre las piernas de ambos, y les dijo: ¿qué les parece si firmamos la paz y sellamos el acto con un sonoro beso? Nuestro asesino asintió y añadió ¿con lengua?.

Con lengua -dijo ella sonriendo. Matías se incorporó y tomó a la mujer entre sus brazos bajo la atenta mirada de los demás. Sus bocas se abrieron de par en par y sus lenguas se enroscaron como dos culebras hambrientas. La lengua de Matías jaló con fuerza la contraria hacia su boca y, una vez allí la cercenó con una certera dentellada. Se la tragó sin masticar. Se relamió.

Que ustedes tengan una buena noche –les dijo. Se marchó, cenado, con viento fresco.

13 comentarios:

Isabel chiara dijo...

Es genial, Maki, corporación milwakee asesinos en serie, jajaja y la secretaria chupeteando al jurado...

¿dónde te habrás metido estos días?

Una duda, qué se veía en el video? y quién era el artista? algún enchufado?, jajaja

Un beso

Juan Pablo dijo...

John, de aquí a la novela no hay más que una pequeña toma de decisión.
No merecemos seguir leyéndote gratis.
;)

Un abrazo.

NoSurrender dijo...

Vaya, parece que aumenta la experiencia de Milwakee en eso de los asesinos en serie. Genial :)

Raquel Barbieri dijo...

El final me dejó petrificada...
Disfruté montón,

Besos, Maki :)

atikus dijo...

Yo he probado la lengua de vaca pero lengua humana...¿que tal sabrá?...hace tanto que no doy un morreommmmmmm, aissss anda que si ligo hoy me voy a acordar de este relato, pero trnquilo que no me trago la lengua de ella eh!!

saludos

Makiavelo dijo...

Isabel, estos dias estuve precisamente de jurado. En el video pudimos contemplar a un saltimbanqui haciendo piruetas. El autor no era un enchufado.

Besos.


Pradero, la novela se está cociendo a fuego lento. Gracias por tus ánimos.

Un abrazo.



NoSurrender, Milwakee es una mina, creo que en un futuro las agencias de viaje la incluiran dentro de las rutas turísticas como una atracción más.

Saludos.



Raquel, imagínate la cara que pondría la buena señora.

Me alegro de que disfrutaras.

Besos.




Atikus, ya me dirás a que sabe la lengua de vaca. Me imagino que cuando estes en plena faena te acordarás del texto, igual hasta te animas.

¡Suerte y al toro! quiero decir y a la vaca.

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Qué mala prensa tiene Milwakee¡ seguro que allí también habitan maestras jardineras y viejitas que preparan pasteles de arándanos....

Por un momento, me vino Kafka a la mente.

Un saludo.

Makiavelo dijo...

Carlos, seguro que Milwakee tiene su cara alegre. Hasta ahora sólo conocemos la cara oculta.

Saludos.

mera dijo...

¡CARAY!Lengua de secretaria al natural y ¡un talego! y ¿como dices que seleccionan al jurado?
Estupendo.

Makiavelo dijo...

Mera, la verdad es que no sé como lo hicieron, estoy tan intrigado como tú.
En cuanto lo averigue te paso la información.

Saludos.

Vill Gates dijo...

Que final absolutamente impredecible. Novela negra?
Quién sabe lo que hay en la cabeza del que escribe. Ni yo sé que hay dentro de la mía.
O por lo menos sé cada vez menos.
Muy bueno y saludos!

Sibyla dijo...

Por lo menos a dicho Matías le salió la cena gratis!

Por cierto hace tiempo que no cocino lengua en salsa...me has dado una idea!

Abrazos:)

Makiavelo dijo...

Vill, el texto muchas veces te lleva, y en otras ocasiones son los propios personajes los que se imponen.

Saludos.


Sibyla, Matías cenó bien, prefiero las berenjenas rellenas; de todas formas que os aproveche la cena.

Abrazos y besos.