lunes, 28 de febrero de 2011

NOSTALGIA


Hace tiempo de ello, no pongo en pie si fue realidad o ficción. Si mis pensamientos vieron la luz o todo quedó atrapado en mi mente y entre estas raíces. Ya no soy un niño o debería haber dejado de serlo, porque hace muchos años que me enterró aquí en su patio. La verdad es que el perro ya no ladra, no oigo que sus uñas se claven en la tierra buscándome, ni tampoco veo a los otros, ni los oigo. Hace tiempo que la escavadora levantó parte de la tierra; que construyeron el bloque con los apartamentos, que hicieron la piscina y sobre cuyo húmedo hormigón me apoyo ahora.
Más solo que la una aguardo a que la lluvia empape la tierra y, que con un poco de suerte las raíces del olmo que me ocultan me escupan a la superficie. Sólo para hacer justicia. No me llegan risas, ni llantos.
Me pregunto si todos se habrán mudado o simple y llanamente se habrán ido a disfrutar de la verbena del barrio.

5 comentarios:

Raquel Barbieri dijo...

Me encantó, me encantó... este existencialismo aterrador muestra cuán solo puede uno llegar a sentirse, e imaginar que mientras lloramos, los demás se han olvidado de nosotros y festejan algo que nos es ajeno.

Besos :)

Makiavelo dijo...

Ja,ja,ja Raquel. La soledad lo puede todo.

Besos.

Marina dijo...

Menuda competencia la verbena, así no hay quien desentierre nada.
Muy bueno.
besos

mera dijo...

Da mucho miedo. A pesar de ello, me encantó.

Makiavelo dijo...

Marina, aquí la verbena es una tradición de obligado cumplimiento.
Pasan lista.

Besos.


Mera, el pobre no tiene muchas opciones. Personalmente me da pavor.

Saludos.