La sangre sobre la nieve es más roja. No es un consuelo, es una evidencia. La nieve la absorbe como una esponja y ahí queda la mancha indeleble de otro crimen difícil de resolver. Con unas pocas prendas llego a deducir que la víctima fue forzada: un zapato, un mechón de pelos. Y poco más. No hay huellas. Tengo la extraña sensación de estar siendo examinado por un psicópata; por alguien que se cree muy listo y que tal vez me conozca.
El lugar tan frío y solitario en invierno puede estar sembrado de cadáveres. Ni un puto zorro azul al que preguntar. Sólo puedo armarme de paciencia y esperar que llegue la primavera para regresar el primero. Abrigo la esperanza de que, con el deshielo del lago, los cuerpos emerjan del fondo con pruebas. Estoy seguro de que están ahí clamando venganza.
4 comentarios:
Hombre, o está en el hemisferio sur, o ya le llegó el deshielo. Esperamos noticias.
Me he acordado del paisaje de Fargo, peli de los Cohen......y tambien de Mankell......hoy estoy de asociaciones
Qué feo es eso de morir solo en medio de la nieve...Para morirse, no hay nada como la primavera.
Un saludo
Mera, no tengo muy claro donde se encuentra el personaje. Voy a ver si me entero y te lo cuento.
Vaya despiste el mío.
Saludos.
Isabel, creo que están presentes más de un paisaje peliculero. Tal vez los añore. Lo de Mankell me deja fuera, no lo conozco.
Besos.
Guido, ha de ser horrible. No quiero ni acordarme del frío que pasé hace unos años en los Pirineos.
Saludos.
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