viernes, 5 de septiembre de 2008

RACHAEL

Rachael lo tenía complicado; era una labor ardua la de recomponer su preciada muñeca de porcelana, recuerdo de una infancia implantada años atrás por un experto programador. Rebuscar en el baúl, entre las fotos, tratando de dar con el origen de todo era una batalla que daba por perdida. Hizo acopio de los trozos más diminutos auxiliada por el recogedor de mano y una fina escobilla porque también formaban parte de la memoria.

No deseaba que cualquier partícula por fina que fuera desapareciera durante la limpieza general de la habitación de Nancy, su muñeca favorita. A Rick no le auguraba un futuro prometedor, estaba segura. Ella no podía intervenir en su destino, ahora en manos de un laboratorio dirigido por un eminente neo cirujano. Jugaba a su favor el carisma desarrollado durante sus últimas intervenciones, lo que lo hacía inigualable en su condición. Su cotización iba en alza a pesar de lo sucedido.

Sentada sobre la mecedora junto a la ventana pasaba el tiempo averiguando la procedencia de los trozos que ahora atesoraba en la caja de zapatos. Enumeraba, etiquetaba y clasificaba. La barra de pegamento, mientras tanto, aguardaba paciente su turno para demostrar su utilidad. Descartó el auxilio de un experto restaurador para asumir ella toda la responsabilidad.

El penetrante silbo del pájaro que mantenía enjaulado al otro extremo del salón la sacó de su ensimismamiento: lo miró en la distancia a los ojos mientras el animal le aguantaba la mirada; resultó como echar un pulso. Se cuestionó en ese instante si aquellas vistosas plumas eran el resultado de un logrado experimento y si el animal comía por rutina, por decorar un espacio, por dar compañía. Comprendió que debía retirar la mirada y prestar atención a su tesoro, porque el pájaro de lo contrario no volvería a recuperar sus funciones. Restaurar el juguete le llevó un tiempo, no pudo eliminar las huellas del destrozo, por lo que encerró a Nancy en una vitrina, lejos de los sobones. La reservó para los exquisitos. La condenó para los mirones. La historia atraería público, decidió por tanto poner precio a las visitas y reunir lo suficiente para clonarla. Como a la vieja Dolly.

También era consciente de que cuando visitara a Rick no sería como antes. De su memoria habría sido borrada cualquier huella del episodio y nuevos recuerdos habrían sido implantados. Una vez más partiría de cero. Ahora, en su apartamento, en soledad, asomada a la amplia terraza disfrutaría durante la noche de las añoradas vistas de Ganimedes.


22 comentarios:

Carlos Paredes Leví dijo...

Cuándo va a meter a Chuky en la historia o a Mariquita Pérez ??. Pensé que durante estos días de asueto habría aprovechado para desintoxicarse de su adicción a hierbas contraproducentes como el té y otras aún peores pero parece que retornó a ellas con bríos renovados....
Sus historias oníricas y de locos esconden un mimetismo que algún día descubriré del todo...
Un saludo, Maestro.

Makiavelo dijo...

Carlos, estas son de esas cosas misteriosas a las que no encuentras explicación.
Por mediación de tu comentario en el correo electrónico me enteré de que el post estaba publicado. El caso es que en mi ordenador seguía apareciendo la entrada antigua del día 23.
Después de rebuscar en Blogger encontré el texto con tu comentario.

He comenzado a apretar botones hasta que por fín aparece actualizado el blog en el ordenador. Gracias.

Chuky y Mariquita Pérez están mejor en el Rastro. Voy a dejar descansar a los muñecos porque al final terminan pasando factura.
Volveré a la cripta, tengo algunos asuntillos pendientes. Más adelante intentaré algo campestre.

Saludos.

Isabel chiara dijo...

A mí me pasó una vez algo parecido con el blogger, un electroduende quizás que anda haciendo de las suyas. A lo que vamos, Rachael me recuerda a mí -que aunque no replicante sí soy reaplicada- con mis botes de pegamento, silicona y alicates arreglando desastres. Nunca arreglé una muñeca de porcelana, pero sí cogí del suelo, en la calle, media cabeza de un muñeco antiguo y le fabriqué el resto con escayola y pasta de papel. Él no me habla, parece simpático, siempre metido en sus cosas con las manos en los bolsillos.

Rachael tiene suerte, aunque sus recuerdos sean implantados son maravillosos. Algunos seguro que envidiamos el chip que lleva implantado en algún sitio.

Un besote y, como siempre, muy buenos tus viajes al más allá.

Sibyla dijo...

Maki, veo que seguimos con el "cangelo"...

Las fisuras que quedaron marcadas,como si de un mapa se tratara, en la delicada piel de porcelana de la pobre Nancy, me recuerda a lo que ocurre con algunas relaciones humanas Quedan marcadas de por vida, y por mucho que uno se resuelva a recomponerlas, lo único que las puede salvar es observarlas a distancia, a través una vitrina de cristal...

Gibrán jamás llegó a casarse con Mary, la carta la escribió siendo novios.

Besos:)

atikus dijo...

Pegamento de dos contactoe, es el mejor para estos casos, aunque no se si en un organismo vivo es lo mas indicado, quizás los neo cirujanos deberían usar otros métodos mas modernos no sea que se descomponga Rachel o tenga una diarrea por el pegamento...pobre!!

NoSurrender dijo...

Dicen los científicos que todos nuestros recuerdos son siempre nuevos. Que la memoria no existe como algo fijo e inamovible, que la fabricamos de nuevo cada vez que acudimos a ella. Así que cada vez estoy más convencido de que todos somos replicantes, de alguna manera.

Salud!

Makiavelo dijo...

Isabel, sigo con esas interferencias y después de haber leido un texto de James Clavell estoy realmente preocupado, tal vez existan seres de otros planetas que interfieren las telecomunicaciones terrícolas.

Veo que aparte de la costura se te dan bien otras manualidades.
Tu muñeco no será Pepito Grillo ¿verdad?

Rachael es verdaderamente afortunada, pero le falta un Flash Gordon a su lado.

Besos.




Sibyla, de momento aparco el "canguelo".

Efectivamente hay cosas que te marcan. Lo sugestivo es saber superarlas y a otra cosa mariposa.
Aunque hay recuerdos que ni con papel de lija se olvidan.

El poeta-pintor fue un pinta de cuidado, al final optó por el amor por correspondencia. Un tarado muy interesante.

Besos.

Makiavelo dijo...

Atikus, esta tarde un manitas me ha hablado de ese pegamento, dice que es verdaderamente milagroso, la pena es que no me ha dado el nombre.

Rachael y los neo cirujanos optan por el loctite de momento.

Saludos.



Nosurrender, parcialmente estoy de acuerdo en lo que dices en cuanto a -Que la memoria no existe como algo fijo e inamovible, que la fabricamos de nuevo cada vez que acudimos a ella-.
Creo que algo del pasado nos va quedando, como una especie de memoria residual que pasa de una generación a otra.

Todavía conservamos las uñas, lo que nos familiariza con lagartos y pájaros.

En el fondo algo de muñecos tenemos.

Saludos.

Vill Gates dijo...

Tal vez esos recuerdos no eran deseados ¿Cómo averiguar si le interesaba conservarlos?
Ventajas de tener una memoria desvencijable.
Quién pudiera quitarles el cemento de contacto a algunos recuerdos.

Joyce dijo...

A veces las cosas cambian para no volver nunca al origen. Es inevitable, ley de vida.

Un saludo!

Juan Pablo dijo...

me consuela saber que no soy el único al que le gusta "darle a la muñeca".
:D

Un abrazo, Mk.

Makiavelo dijo...

Vill, cuando eres un androide no puedes escapar de lo impuesto y de los recuerdos grabados a fuego lento.

Si puedes dar un salto en el vacío, para que más tarde otro te reconponga.

Saludos.


James, también tienes razón el cambio suele imponerse, aunque no lo pretendas.

Las cosas son así. Lo aceptas o emigras.

Saludos.



Juan Pablo, hay muñecas que de tanto doblarlas terminan rompiéndose. Las mejores son las de Chiara, dan el pego.
Me ha dicho un pajarito que en Argentina se consume mucho ese tipo de muñecas, señal de que hay plata.
Bien caras que son.

Saludos.

Juan Pablo dijo...

mmm, esta vez hablaba de la que está entre el antebrazo y la mano, pero dá lo mismo...
:)

Makiavelo dijo...

Ya me lo imaginaba Juanito, pero es que había ropa tendida y debía disimular. Ya me entiendes.

Saludos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Juan Pablo:
Míre que yo, a usted, ya me lo imaginaba con ese gusto por las manualidades.......no en vano, pensé muchas veces en Pajero.Net como alternativa al nombre de su blog.
Bueno, le dejo, y a ver si dentro de poco, se pasa a la plastilina...
Un saludo.

Gi dijo...

Che, me parece a mí o vos e Isabel se ponen de acuerdo para postear, porque creo que postean casi casi siempre al mismo tiempo!
Cómo estamos con las muñecas!!! Muñecos no hay para el público femenino?

Makiavelo dijo...

Laluz, yo también lo vengo observando, de momento como no somos Bumbury ni Casariego no pasa nada.

Es curioso que un juguete que en principio se crea para las niñas haga las delicias de los hombres.

Para los niños fabricaron los soldaditos de plomo y los superhéroes de plástico, ignoro si con este material os podeís divertir las mujeres.

Besos.

Isabel chiara dijo...

Alguna que otra vez sí nos hemos puesto de acuerdo Luz (con alguna historia sugerida), pero en los últimos te aseguro que no, tampoco en el tema. Debe ser una confluencia extraña de estrellas por ahí arriba; esa que llaman casualidad. O coincidencia en las digestiones del verano, como el muchacho es herbívoro y aquí se estila el consumo masivo del gazpacho por el calor, hemos tenido sobremesas ligeritas y sueños reparadores con muñequitos.

Monica dijo...

El pobre Rick con memoria nueva no podrá recordar los exquisitos momentos vividos con Dolly...hay que ser malvado.
Un consejo Rachel, no guardes nada arreglado, trae mala suerte, lo roto...al basurero..
Conservará Dolly en su memoria a Rick ???
El otro día fui a ver una casa, ( estamos buscando casa nueva para Sabrina )y la buena señora tenía muñecas por toda la casa, sin ojos, sin un brazo, mirando el espacio, sin tiempo, añorando quizás las manos infantiles que las apreciaban ?? , no se... pero me resultaron muy solitarias, me dieron pena.
Besos guapo

Makiavelo dijo...

Ichiara, espinacas con ajos, algo de garbanzos y piñones. Recuerdos a la tua mamma.

Besos.


Monica, creo a Rick algún recuerdo le debe quedar. Para Rachael la muñeca significaba mucho, proyectaba en ella sus sueños.

Besos.

Unknown dijo...

Me recuerda tanto, tanto... a Blade Runner.
Un cordial saludo

Makiavelo dijo...

Isoba, empezó como una broma y con otra intención; tal vez por el peso de los recuerdos me ví embarcado en este particular homenaje del que quedan algunas entregas.

Gracias por la visita. Saludos.